La figura de Reserva de la Biosfera surge del programa MAB (Hombre y Biosfera) de la UNESCO, que desde 1971 profundiza en las relaciones sostenibles entre las personas y la naturaleza.
Resulta ya cotidiano el término Reserva de la Biosfera y el reconocimiento que hace de territorios representativos de hábitats y del uso de sus recursos naturales de forma sostenible. Quien se interese por estos espacios no debe buscar sólo paisajes prístinos y especies silvestres. Encontrará también y sobre todo el resultado de siglos de relación de paisaje y paisanaje, evidenciada por la conservación de la funcionalidad de sus ecosistemas, las costumbres de sus gentes, los productos que elaboran, la diversidad biológica que cuidan y aprovechan, las construcciones de sus antepasados que conocen y emplean…
España cuenta en 2022 con 53 Reservas de la Biosfera, un 12 % de su superficie. Además, son muy diferentes entre sí, lo que añade valor a su representatividad: desde todo el territorio de una isla al techo de los ecosistemas terrestres peninsulares, pasando por reservas compartidas con Portugal y con Marruecos. La Red Española de Reservas multiplica el alcance de las actuaciones con estrategias comunes y trabajo en red.
En la Comunidad de Madrid hay dos territorios que cuentan con el reconocimiento de Reserva de la Biosfera. Desde 1992 las Cuencas Altas del Río Manzanares, Lozoya y Guadarrama. Y desde 2005 la Sierra del Rincón.
La Sierra del Rincón es uno de los lugares más bellos y desconocidos de la Comunidad de Madrid. La integran seis municipios: La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Madarcos, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón, y Puebla de la Sierra. Comprenden 16.091 hectáreas de superficie, a menos de 100 kilómetros de Madrid capital.

El 29 de junio de 2005, el Consejo Internacional de Coordinación del Programa MaB de la UNESCO, aprobó la declaración de la Sierra del Rincón como Reserva de Biosfera.
El reconocimiento de este espacio único fue fruto de la cooperación y el esfuerzo de diferentes instituciones y administraciones, pero especialmente de los vecinos, pasados y presentes, que han sabido utilizar sus recursos naturales de una forma que ahora entendemos como “sostenible”, permitiendo habitar este territorio con modificaciones intensas pero respetuosas y en su gran mayoría reversibles.

Pese a ser de pequeño tamaño, su gran riqueza paisajística, la representatividad e integridad de sus ecosistemas y su modelo de conservación de la biodiversidad y de aplicación de prácticas de desarrollo sostenible, convierten a la Sierra del Rincón en un buen ejemplo de los lugares del mundo que integran la Red de Reservas de la Biosfera.
